QUIEN SIEMBRA VIENTOS ...
Estaba claro. Como no podía ser de otra manera, después de que el Gobierno irrumpiera en el escándalo de los abortos (que por suerte para el estado de derecho ha llevado a la cárcel al mayor trasgresor de la fatídica ley que despenaliza el asesinato infantil en tres supuestos) y mostrara su apoyo a las clínicas abortistas, tocaba que las feministas entraran en acción para repetir un nuevo episodio del “marketing del mal”. Y es que al día siguiente de que la Vicepresidenta del Gobierno y los Ministros de Sanidad y Justicia hicieran declaraciones a favor de una ampliación de la despenalización del aborto apoyando expresamente a las clínicas que los realizan, quince mujeres se han inculpado por haber abortado, en su día, fuera de los supuestos que permite la ley. Se trata de un pulso que estas mujeres le están echando al gobierno, el cual además está dejándose ganar sin que le importe que se vea.
En un caso así, en el que alguien reconoce la comisión de un delito, la fiscalía de cualquier país medianamente civilizado actuaría de oficio. Sin embargo, en nuestra querida España no lo hará puesto que dichas mujeres son la disculpa que estaba buscando el Gobierno para volver a abrir el debate sobre la cuestión de la “Ley de plazos para el aborto”. Es decir, la disculpa para despenalizar el que cualquier mujer pueda abortar hasta las 15 semanas (casi cuatro meses de embarazo) sin tener que acogerse a ningún supuesto, o lo que es lo mismo, el aborto libre.
Al Gobierno, este debate le viene de perlas porque así se desvía la atención de los verdaderos problemas que tiene el país a las puertas de una consulta electoral, quizá la más importante -por lo que está en juego- de la historia. A las feministas tampoco les cae mal el asunto, pues está en la línea de “conseguir más derechos para la mujer” (como si el tener un hijo o matarlo fuera un derecho inherente a las féminas). A los enemigos de la familia también les resultará bien esta cuestión, pues es un paso más en la implantación del relativismo moral tan buscado para poder conseguir sus objetivos de poder sin la oposición de conciencias más o menos formadas. Y al resto, ..., que mas da que nos parezca una animalada si al final la ley se aprobará, previo bombardeo mediático, y nadie se atreverá a cambiarla en el futuro bajo pena de que le llamen retrógrado.
¡Pero a quien se le ocurre poner en el gobierno a pirómanos para apagar incendios!
En un caso así, en el que alguien reconoce la comisión de un delito, la fiscalía de cualquier país medianamente civilizado actuaría de oficio. Sin embargo, en nuestra querida España no lo hará puesto que dichas mujeres son la disculpa que estaba buscando el Gobierno para volver a abrir el debate sobre la cuestión de la “Ley de plazos para el aborto”. Es decir, la disculpa para despenalizar el que cualquier mujer pueda abortar hasta las 15 semanas (casi cuatro meses de embarazo) sin tener que acogerse a ningún supuesto, o lo que es lo mismo, el aborto libre.
Al Gobierno, este debate le viene de perlas porque así se desvía la atención de los verdaderos problemas que tiene el país a las puertas de una consulta electoral, quizá la más importante -por lo que está en juego- de la historia. A las feministas tampoco les cae mal el asunto, pues está en la línea de “conseguir más derechos para la mujer” (como si el tener un hijo o matarlo fuera un derecho inherente a las féminas). A los enemigos de la familia también les resultará bien esta cuestión, pues es un paso más en la implantación del relativismo moral tan buscado para poder conseguir sus objetivos de poder sin la oposición de conciencias más o menos formadas. Y al resto, ..., que mas da que nos parezca una animalada si al final la ley se aprobará, previo bombardeo mediático, y nadie se atreverá a cambiarla en el futuro bajo pena de que le llamen retrógrado.
¡Pero a quien se le ocurre poner en el gobierno a pirómanos para apagar incendios!
Etiquetas: aborto, egoismo, hipocresía, injusticia, relativismo moral