15 agosto, 2006

¿VIDEOJUEGOS PARA NIÑOS?


No es la primera vez que una noticia referente a los videojuegos levanta polvareda. Y tampoco es la primera vez en la que a raíz de salir publicada una información sobre este tema, se analiza el daño que unos determinados videojuegos están haciendo en la educación de cientos de miles de jóvenes y niños, a los que se les están transmitiendo ideales tales como que el éxito es de los más fuertes, que con la violencia se puede conseguir cualquier objetivo, que el mejor descanso para el “guerrero” es una buena dosis de sexo, que el bien y el mal está en manos del jugador, ...

En esta ocasión se trata del próximo lanzamiento de un videojuego llamado "Bully" (que se traduce como "Matón") en el que un joven de 15 años debe defenderse con bates de béisbol, bombas fétidas y bolsas de canicas del acoso de sus compañeros de clase. Dicho lanzamiento viene precedido de las declaraciones que el año pasado hizo la empresa desarrolladora del “juego” en las que decía que "En 'Bully' serás un estudiante problemático, te reirás y te avergonzarás mientras soportas acosos, los profesores te toman manía, gastas bromas a chicos malos, ganas o pierdes a una chica y aprendes a manejarte por los obstáculos del reformatorio". Y por si fuera poco, terminaba diciendo que “en exhibiciones previas del juego, nadie resultaba muerto ni salía sangre de los golpes que propinaba el héroe”. ¡Todo un rosario de virtudes y buenos valores los que se pueden adquirir con apenas una hora de juego!

Cabe recordar aquí que la empresa creadora de este juego es también la autora del videojuego "Grand Theft Auto: San Andreas", que ha acabado en los tribunales de Los Ángeles (California) por una secuencia pornográfica escondida. Además, en dicho videojuego -cuyas ventas han superado los 1.000 millones de dólares- se permite a los jugadores cometer todo tipo de crímenes virtuales.

Para cualquier persona mínimamente relacionada con el mundo de la educación no pasa desapercibido el hecho de que el aprendizaje y la adquisición de destrezas y habilidades se realiza mediante la repetición. Así, si los niños reciben de manera continuada estímulos externos en una determinada dirección se les puede hacer desarrollar un tipo de destrezas u otro muy distinto.

En nuestros días, para que nuestros hijos no nos molesten, para que se entretengan o para que no sean menos que sus amigos, los padres les permitimos que tengan acceso ilimitado a productos como el que se describe en este artículo sin que nos preocupe el contenido de los mismos. La repetición de escenas de violencia extrema, de pornografía, de sexo explícito, camufladas en un “inocente juego” harán, sin duda, que nuestros hijos vean como normal aquello que va contra natura. Y en esas circunstancias hemos vuelto a permitir que el germen de la destrucción de la familia se haya vuelto a introducir en nuestras vidas.

Con esto no quiero decir que todos los videojuegos sean perniciosos, ni que se deba prohibir a los hijos su uso. Al contrario, pienso que los padres debemos fomentarlos y, a ser posible, jugar con ellos, pero enterándonos primero de su contenido, de las enseñanzas que se pueden adquirir y de lo apropiados que son a sus edades.