16 septiembre, 2006

UN PARCHE


Hace ya algunos días leí una noticia referente a la inminente comercialización en Bélgica de un test que permite comprobar si una persona ha consumido drogas en las últimas 18 horas. Se trata de una cajita con cuatro barritas que tienen que ser pasadas sobre manchas de sudor u orina de una prenda de la persona que se quiera probar el consumo de drogas. En caso de que haya tomado, en una de las cuatro barritas aparecen dos líneas rojas que indican el tipo de drogas del que se trata: heroína, cocaína, cannabis o anfetaminas.

La compañía que lo comercializa dice que hagan la prueba “los padres que sospechan que sus hijos consumen drogas” porque "a veces los padres tardan mucho en darse cuenta de que su hijo es drogadicto, ya que suelen ser muy listos y pueden mentir bien".

Según la
Enciclopedia de la Medicina de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU., algunos de los signos de consumo de droga en los niños son: cambios en las amistades (un nuevo grupo); conducta de aislamiento; períodos prolongados e inexplicados fuera de casa; mentir; robar; problemas con la ley; deterioro de las relaciones familiares; estado tóxico obvio (estar ebrio o eufórico), delirio, incoherencia, pérdida del conocimiento; cambios claros en la conducta y actitudes normales; disminución del rendimiento escolar, ... Y yo me pregunto ¿no son suficientes estas evidencias para que los padres se den cuenta de que sus hijos consumen drogas? ¿Es que no nos damos cuenta de que el consumo de drogas va en contra de las familias? ¿No es este artilugio “un parche” que se pone como consecuencia de no querer (o no saber, o no poder) solucionar el problema de las drogas desde la raíz?

Las empresas líderes, cuando detectan un problema en su proceso productivo aplican un plan de acción para atacar la causa que ha dado lugar al citado problema, de manera que éste no se vuelva a repetir. Y eso que los hombres hacemos en las empresas somos incapaces de aplicarlo en la “mejor empresa” que tenemos: nuestra familia. Es tan sencillo como copiar el sistema y aplicarlo, mediante la implantación de un sistema de educación de los hijos basado en la prevención. Para ello, si uno quiere evitar un problema determinado en el futuro, no tiene nada más que potenciar la virtud correspondiente en sus hijos desde la más tierna infancia y, por supuesto, educar con el ejemplo.