13 octubre, 2006

TESTIMONIO REAL


“Al final, los niños serán las víctimas reales y los perdedores del matrimonio legal del mismo sexo. ¿Qué esperanza puedo ofrecer a niños inocentes sin voz? Gobiernos y jueces deben defender el matrimonio entre hombre y mujer y excluir todos los otros, por el bien de nuestros niños”. La autora de estas palabras es Dawn Stefanovicz, una mujer de algo más de 40 años, casada desde hace 20 y madre de dos hijos, que vive en Ontario, Canadá. Hasta aquí nada de especial, ya que podría ser un testimonio más de una madre preocupada por la degradación de la sociedad. Sin embargo no es así. Se trata de un testimonio real contado en primera persona por alguien que ha sufrido las heridas de haber crecido en un “hogar homosexual en los años 60 y 70 en Toronto, expuesta a muchas personas distintas de la subcultura GLBT (gay, lesbiana, bisexual, transexual) y a prácticas sexuales explícitas”. Un testimonio desgarrador contado con todo lujo de detalles en su página web http://www.dawnstefanowicz.com/. Un testimonio que recoge cosas muy duras, cosas como estas:

“Desde corta edad, se me expuso a charlas sexualmente explícitas, estilos de vida hedonistas, subculturas GLBT y lugares de vacaciones gay (...) manifestaciones de sexualidad de todo tipo incluyendo sexo en casas de baño, travestismo, sodomía, pornografía, nudismo gay, lesbianismo, bisexualidad, voyeurismo y exhibicionismo. Se aludía al sadomasoquismo y se mostraban algunos aspectos. Las drogas y el alcohol a menudo contribuían a bajar las inhibiciones en las relaciones de mi padre.

Más de dos décadas de exposición directa a estas experiencias estresantes me causaron inseguridad, depresión, pensamientos suicidas, miedo, ansiedad, baja autoestima, insomnio y confusión sexual. Mi conciencia y mi inocencia fueron seriamente dañados. Fui testigo de que todos los otros miembros de la familia también sufrían.

Hasta que no llegué a los 20 y 30 años, hasta después de hacer las elecciones importantes de vida, no empecé a darme cuenta de cómo me había afectado crecer en este ambiente. Mi sanación implicó mirar de frente la realidad, aceptar las consecuencias a largo plazo y ofrecer perdón. ¿Podéis imaginar ser forzados a aceptar relaciones inestables y prácticas sexuales diversas desde corta edad y cómo afectó a mi desarrollo? Mi identidad de género, bienestar psicológico, relaciones con iguales quedaron afectadas. Desgraciadamente, hasta que mi padre, sus parejas sexuales y mi madre murieron, no pude hablar públicamente de mis experiencias.”

Y después de esto, ¿puede quedar alguien en su sano juicio y mantener que la adopción por homosexuales no implica ningún riesgo y que no se les hace ningún daño a los niños que viven en ese ambiente?

Etiquetas: ,

13 Comments:

Blogger María Esquitin said...

Lo que no entiendo es como alguien en su sano juicio puede no ver que el esquema del mundo ha cambiado y que ya no valen los antiguos roles para la vida de hoy.SI AL MATRIMONIO ENTRE HOMOSEXUALES y SI A LA ADOPCIÓN DE HIJOS. Los niños necesitan amor, no clases de moral hipócrita.

13/10/06 01:03  
Anonymous Anónimo said...

Ante HECHOS concretos, reales y demostrables científicamente, la gente sin argumentos válidos habla de "esquemas del mundo", "antiguos roles" e incluso de "moral hipócrita". No veo en el artículo ningún dato que insulte a los partidarios de la unión homosexual y sí mucho amor de una niña hacia su padre que no fue correspondido por este, a pesar de que ella lo necesitaba.

13/10/06 01:22  
Anonymous Anónimo said...

Te corrijo usuario anónimo, el padre de la niña si correspondió al amor de su hija, pero sometiéndola a un castigo que no creo que los defensores del "matrimonio" homosexual aguantaran. Como siempre, están más preocupados de su propio placer que de los intereses de los más indefensos.

13/10/06 17:29  
Blogger Luis Fuertes said...

Gracias usuario anónimo y ya está bien por vuestros comentarios. Yo sólo me he limitado a poner de manifiesto un hecho que ha tenido lugar a una persona concreta durante más de dos décadas, y a dárselo a conocer a aquellos que durante los meses previos a la aprobación del mal llamado "matrimonio homosexual" decían que no existía ni un solo caso en el que la adopción hubiera sido perjudicial para los adoptados.

A ti manuel te digo que si es por el cambio de esquemas en el mundo, estaremos dejando lo más importante al arbitrio de gobernantes que en más de una ocasión en la historia han demostrado no tener el más mínimo sentido común. Bien sabes que me refiero a Hitler, a Stalin, a los dictadores africanos, ..., y a tantos otros que han pasado a la historia no por sus contribuciones al bien común, sino por las animaladas de las que han hecho gala. Si esto no se remedia pronto, no te quepa la menor duda de que tu presidente Rodríguez pasará a engrosar esa lista. Y lo peor de todo es que muchos de los que le pueden pedir responsabilidades no podrán hacerlo por haber terminado como el padre de Dawn Stefanovicz y sus sucesivos novios.

13/10/06 22:17  
Anonymous Anónimo said...

Siento muchísimo estas cosas que cuentas. Siento muchísimo la opinión de Munuel y siento muchísimo mi incapacidad para hablar, argumentar y convencer.

14/10/06 21:25  
Anonymous Anónimo said...

Pasaba a saludar, amigo. No cejes.

14/10/06 22:15  
Blogger Cristian said...

Definitivamente no Luis. El testimonio habla por si solo. bendiciones.

15/10/06 07:18  
Blogger Luis Fuertes said...

rodriguez, aeronauta y P. Cristian, gracias por la visita, por los comentarios y por los ánimos para seguir denunciando los males que nos acechan.

rodriguez, sólo con sentirlo ya estás argumentando en contra de esta barbaridad.

aeronauta, no cejaré, estate segura.

P. Cristian, sobre todo, gracias por las bendiciones.

16/10/06 12:52  
Anonymous Anónimo said...

Luis me encanta todo lo que publicas. Ver personas que piensan como nosotros (mi familia, mi marido, yo misma) es reconfortante. Saber que no estamos solos y que tenemos que usar estos medios para hacernos notar. No somos tan pocos como nos quieren hacer creer.
Animo amigo.

18/10/06 13:04  
Blogger Luis Fuertes said...

Gracias Silvia por tu mensaje de apoyo, gracias por los inmerecidos halagos (escribir es más fácil de lo que se piensa) y gracias por permitir con tu comentario que sea consciente de que lo que escribo es compartido por mucha gente.
Gracias de todo corazón.

18/10/06 13:31  
Anonymous Anónimo said...

Me dirijo a ustedes ante la ignorancia palpitante del asunto. Seguro que la mayoría de ustedes jamás en su vida se han topado con una persona homosexual, no son mejores ni peores, simplemente son iguales que el resto del mundo. Ante su denodada ignorancia les hablaré de mi experiencia en primera persona.

Mi padre y mi madre se casaron hace ya unos 30 años, entonces no existía el divorcio. Un día decidieron tener a una hija y me tuvieron a mí. Nací en 1978 el mismo año en el que se aprobaría más tarde el divorcio. Bueno pues años después ambos se dieron cuenta que no podían seguir viviendo juntos y se divorciaron, yo debía tener apenas 2 años. Al principio fui educada por mi madre, hasta que ella murío en un accidente de coche cuando yo tenía 6 años. Fue entonces cuando mi padre y su pareja se hicieron cargo de mí. Su pareja se llama Alberto es médico, más exactamente pediatra. Pues bien juntos me han educado, me han ofrecido todo lo que han podido, me han dado lo mejor de sí, me han regañado cuando ha hecho falta y sobre todo y ante todo siempre me han hecho saber que me querían con todo el amor que un padre puede tener hacia su hija. Yo jamás tuve ningún problema porque mis padres fueran dos hombres. Seguramente a otras personas les molestó, pero a mí no. Y aunque les parezca increible, no soy homosexual, soy heterosexual casada y con un hijo.

Pues bien preferíria que muchos de ustedes antes de hablar desde la mayor de las ignorancias, tuvieran la decencia de conocer a las persona a las que se les está negando sus derechos, derechos a existir como ciudadanos. Durante mucho tiempo mis padres y yo vivimos con el miedo de si a mi padre biológico le pasa algo a mi me dejaban en un centro y no con mi padre. Pues bien yo no quiero que ninguna otra familia tenga que vivir, haciendo papeles imposibles, buscando fórmulas legales impensables para poder asegurarse que en un futuro los dos padres tendrán los mismos derechos. Gracias a dios jamás pasó nada, y hace tres años mis padres pudieron casarse y regularizar su situación. Y yo me casé al mismo tiempo ya que había decidido que hasta que ellos no se pudieran casar yo no lo iba a hacer.

27/2/07 15:41  
Blogger Luis Fuertes said...

No entiendo cómo si se está orgulloso (en este caso orgullosa) de una situación se puede esconder en el anonimato. No me casa.

No entiendo tampoco que se me pueda acusar de algo de lo que sólo doy fe, ya que transmito el testimonio de una persona que SI ha sufrido lo que se narra en el texto.

Tampoco entiendo que se pueda juzgar algo que no se ha vivido (con 6 años difícilmente puede uno valorar qué es mejor, si un padre y una madre o dos padres).

Por último, me gustaría que me respetara y no diera por supuesto que no conozco homosexuales. No me gusta hablar de aquello que no he estudiado antes.

27/2/07 18:44  
Anonymous Anónimo said...

Oye, al que dijo que los esquemas del mundo han cambiado. Quiero saber si piensas que eso esta bien. Piensas que es correcto?
Estás equivocado. Por qué crees que le va tan mal a la humanidad? Piensas que es cosa de suerte? Es por que lo estamos haciendo todo mal.

13/10/10 00:47  

Publicar un comentario

<< Home