07 octubre, 2006

USO RESPONSABLE DEL TELÉFONO MÓVIL


Hace algo más de una década nadie se podía imaginar que en un corto espacio de tiempo se pudiera tener una dependencia tan grande del teléfono móvil. Que el susodicho aparato iba a ser beneficioso para las comunicaciones, nadie lo dudaba. Que iba a permitir estar más disponible para los negocios o para las urgencias, era algo que se esperaba. Que a los posibles usuarios del mismo en un caso extremo les iba a restar intimidad e independencia, era algo que sólo muy pocos podían aventurar. Pero que los usuarios de telefonía móvil superaran en España al número de habitantes (ver noticia), era algo impensable. Y es que desde el 31 de marzo, esto es así.

Hoy, a nadie extraña ver a gente de cualquier edad manejando un móvil. Pero eso que se ha hecho normal en nuestra sociedad no deja de generar situaciones peligrosas para los usuarios, de manera especial para los más jóvenes. A diario podemos comprobar cómo cada vez más pequeños, los niños están “enganchados”. Y esta adicción facilita el aislamiento con sus padres, los cuales terminan por ignorar las actividades de sus hijos y quienes son sus amistades. La conclusión de esto es que se genera un gasto más en la familia que cada vez va en aumento, al ofrecer las compañías proveedoras más contenidos (internet, juegos, logos, tonos, ...) lanzados al mercado con fuertes y agresivas campañas de marketing.

La solución a estos problemas -que desgraciadamente van en aumento- viene de la mano de permitir el uso en función de la edad de los hijos. Así tenemos que hasta los 10/11 años se desaconseja tanto la posesión como el uso de los móviles (en el fondo no existe ninguna necesidad que justifique su uso). Entre los 11 y los 13 años, los hijos no tienen formado un criterio para el uso adecuado, por lo que no se les debe permitir tener uno, aunque pueden hacer uso del móvil familiar de forma esporádica (generalmente en excursiones). Entre los 13 y los 15 años, pueden disponer del móvil familiar de manera más asidua, aunque se desaconseja su posesión. Entre los 16 y los 18 años, pueden tener un móvil propio pero deben ajustar su uso a las normas establecidas en el seno de la familia y deben hacerse totalmente responsables de su mantenimiento.

Al igual que comentábamos con los videojuegos, los teléfonos móviles para nuestros hijos no tienen porqué ser nocivos si les educamos en la sobriedad y en la responsabilidad. De esta manera podemos conseguir algo fundamental: que el uso del móvil no se torne en abuso.

NOTA La información utilizada en este comentario ha sido obtenida del folleto editado por la Dirección de Comunicación de FOMENTO de Centros de Enseñanza denominado “Internet, chats, videojuegos y móviles. Criterios para un uso responsable” .

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3 Comments:

Blogger Danilo said...

Comentario en portuñol...

Creo que lo mas valioso de este articulo es su parte final: educar a la sobriedad. El autor va al profundo, pues los problemas del consumismo en general me parecen ser un problema moral de falta de temperancia y autodominio.

El criterio de la edad me parece también un criterio justo.

7/10/06 11:20  
Anonymous Anónimo said...

Pero y los mayores, ¿Soy responsable del móvil? ¿y de Internet? y de... Creo que me dejo llevar por todo esto y termino arrastrando a los de mi alrededor. Como siempre es muy bueno predicar con el ejemplo.

7/10/06 11:44  
Blogger Luis Fuertes said...

Danilo, tienes razón, pero en nuestra sociedad consumista es muy difícil educar en sobriedad. Primero debemos intentar educar en la responsabilidad y con la templanza y el autodominio llegaremos a la sobriedad. Gracias por tu comentario.

Rodríguez, por supuesto que es fundamental predicar con el ejemplo, pues para la gente de nuestro entorno (familia, amigos, ...) somos un referente, y copiarán aquello que vean que nosotros hacemos primero. Gracias por tu visita y por el enlace.

7/10/06 14:52  

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