03 octubre, 2007

EL PROBLEMA DE LA FALTA DE TIEMPO


Nos quejamos, con razón, de que nuestros gobernantes no hagan más que aprobar leyes que van en contra de la familia. Protestamos cada vez que uno de esos ataques logra sus objetivos de minar las bases en las que se sustenta la institución familiar. Nos horrorizamos al comprobar cómo las estadísticas refrendan una crisis en los valores familiares provocada por agentes externos perfectamente estructurados. Y por último alzamos la voz y salimos a la calle cuando ya no queda más remedio que actuar -que siempre, dicho sea de paso, es demasiado tarde-. Pero nunca somos capaces de detectar las causas por las cuales un pequeño embate de los enemigos de la familia hace que se resientan los cimientos y se ponga en peligro toda la estructura. Y es que una de ellas es la manida disculpa de la falta de tiempo para atender nuestras obligaciones familiares.

Cada día es más común escuchar a los padres cosas como “me gustaría estar más tiempo al día con mis hijos, pero me es imposible”, “daría lo que fuera por poder estar más cerca de mi mujer, pero no tengo tiempo”, “si pudiera estaría más tiempo en casa haciendo todo lo que está pendiente”, “no tengo tiempo ni para mí”, y otras por el estilo. Y no se puede negar que en el mundo que nos ha tocado vivir las dificultades van en aumento y que
conciliar la vida laboral y familiar en este momento es una tarea ardua. Pero el problema no radica ahí sino en algo más profundo como es la escala de valores que uno tiene y la preponderancia que le da a las cosas.

No conozco a nadie que, un día tras otro, se queje de la falta de tiempo para comer hasta llegar a la inanición; y son realmente pocos los que tienen una afición y nunca encuentran un minuto de tiempo para dedicárselo. Porque, realmente, cuando uno quiere algo y considera que es prioritario, siempre encuentra tiempo para hacerlo. Sin embargo, no nos percatamos de que nuestra familia, nuestra mujer o nuestro marido y nuestros hijos, son algo vital que están esperando defraudados a que aprendamos a dedicarles un poco de tiempo solamente para ellos, sin tenerlo que compartir con periódicos, televisiones o trabajo.

Si somos capaces de ordenar nuestra vida y, por tanto, nuestras prioridades estaremos empezando a poner solución a tan alarmante incremento del número de matrimonios rotos y, por supuesto, también a otros problemas como el fracaso escolar o la violencia juvenil. Merece la pena intentarlo. En casa nos lo agradecerán.

Etiquetas: , , , , , , ,

10 Comments:

Blogger Benita Pérez-Pardo said...

Muchas gracias por el enlace.

Es un asunto muy complejo pero lo que sí que es cierto es que, la mentalidad actual es "dejarse la piel" en el trabajo: ascensos, promociones, competitividad... o simplemente porque todo el mundo lo hace. Así se llega a casa derrotado y sin fuerzas.

Creo que priorizar es fundamental. Con las prioridades claras es más fácil conciliar.

Un saludo

3/10/07 21:30  
Blogger Dimas said...

Hola Luís, todos tenemos un poco de culpa en esta situación, pero otros tienen UNA GRAN CULPA. ¡Como me gustaria ser mas audaz!

4/10/07 15:57  
Blogger Iván said...

No puedo estar más de acuerdo contigo, Luis. Justo esta tarde discutía con mi novia este tema.
Nuestra sociedad nos ha convertido en unas personas tan activas que el no cumplimiento de una agenda cargada de actividades nos hace sentir frustrados. Vivimos bombardeados por estímulos que nos incitan a consumir, ir al gimnasio, practicar cientos de hobbies... Y, sin embargo, no existe publicidad sobre lo que verdaderamente importa de la vida: nuestra familia. Consideramos más importante lo accesorio que lo fundamental. La jerarquía social está construida en base al consumismo y el número de artículos que poseemos. Eso nos hace confiar en lo superfluo. Y luchar por ello.
Otro añadido sería la diferencia entre hombres y mujeres. Ellas aún tienen menos tiempo para disfrutar de su propia vida.

4/10/07 19:14  
Blogger icue said...

Muy buenoo tu articulo, coincido totalmente contigo, recuerdo haber oido que los más ocupados son los que más tiempo tienen para hacer cosas, y es que viven el orden y asi se llega mucho más.
Enhorabuena, un abrazo

5/10/07 13:32  
Blogger Alberto Tarifa Valentín-Gamazo said...

Escala de valores, he ahí el problema, y la solución; estamos en una sociedad en la que mucha gente tiene enloquecida (si tiene) la escala de valores.

7/10/07 19:24  
Blogger Ángel said...

Lo importante y lo urgente. Lo necesario y lo que no. Tiempo, también me falta, pero bueno, con "estos bueyes hay que arar".

9/10/07 11:45  
Anonymous Anónimo said...

Great blog and article on marriage. A lot of people take marriage and their spouses for granted nowadays and then they wonder why it ends in divorce so often.

Here's a great article on having a happy marriage that is an absolute must read for everyone:

Keeping your marriage alive and your spouse happy from Bestskinpeel.com

D. Davis

10/10/07 20:59  
Blogger Joan said...

Hola Luis: he creado un vínculo de tu blog en el mío, titulado familia en construcción. Si te interesara participar en él, te invitaría y sino llega a tanto tu interés, te agradecería que crearas un vínculo recíproco.
Enhorabuena!

www.familiaenconstruccion.blogspot.com

11/10/07 15:10  
Blogger Sergio said...

Me ha encantado tu escrito.

Yo creo que no se tiene en cuenta la educación en los verdaderos valores, que es la família.

Todo lo bueno, lo verdadero, lo realmente cierto y espiritual emana del amor, sin él ni todos los sucedáneos del mundo pueden calmar nuestra alma.

El sistema organizado social y las escalas de valores impuestas por raciocinios materiales, obligan y hacen ceder a un segundo plano los verdaderos valores que se edifican en las virtudes.

El amor; conyugal, familiar, fraterno.

La amistad, la fidelidad, la lealtad, la palabra.. son algunas de las muchas cuestiones que quedan relegadas ¿porque? por cuestiones que no merecen ni la pena recordar.

Cuanta gente henchida en los logros materiales conozco que son miserables espiritualmente.. de que sirven los logros materiales sin amor? de nada. A eso se le llama tener el alma muerta.

Que es mejor un día alegre con medio pan o un día triste con un faisán? me quedo con medio pan.

Mi enhorabuena por tu blog eres un buen y culto escribiente.

Dios te bendiga

25/10/07 16:05  
Blogger Cristian said...

Jajajaja... y yo que no había leído este post por falta de tiempo... gracias por ser tan audaz en tus palabras y claro, no das lugar a dos lecturas, y eso es lo que me gusta de este blog. Cuidate, saludos a tu familia y bendiciones.

27/10/07 20:38  

Publicar un comentario

<< Home