MASCARAS FUERA
Según proclaman a los cuatro vientos los voceros de la mayoría de los medios de comunicación, estamos en la “semana de las fiestas del Orgullo Gay”. Este año, el “lobby rosa” ha tirado la casa por la ventana, con el fin de demostrar el poder de convocatoria que tiene y de paso, tratar de echar una mano -para que cuadren las cifras- a todos aquellos que dijeron que en España había “cinco millones de homosexuales” dispuestos a cambiar de estado civil, para que el gobierno impusiera la ley que regulaba el “matrimonio homosexual”. Para ello han organizado en Madrid el Festival internacional 'Europride', con el que pretenden reunir en la capital del reino a dos millones de homosexuales de toda Europa (no hay que ser muy lumbreras para ver que las cifras no cuadran “ni a tiros”).
Pero no es mi intención hablar de números, que a estas alturas ya son la muestra palpable de cuanto nos engañaron, sino de lo que ha sucedido en el pregón de las citadas “fiestas”. En él, un grupo de actores -que esta vez no estaban actuando- jugando a ser progres trasnochados, llegaron a decir cosas tales como que el 'Europride' se celebra en un país “donde el calor no es siempre el de la climatología sino el de nuestras pasiones demoníacas”, que se invitaba a los forasteros “a gastar el tiempo de estos días haciendo todo lo posible para ganarse la condenación eterna”, que quien participara en los actos programados tendría “un pie más cerca del infierno deseado”, o que “el 'eurorgullo' sea el comienzo de una explosión de libertad que recorra Europa de confín a confín y conquiste para siempre los derechos del infierno en todos los países que la componen”. Sobran los comentarios.
Por fin se quitan la máscara y muestran sus verdaderas intenciones. Con tal de disfrutar de fama y dinero y de tener cualquier tipo de placer son capaces de vender su alma al diablo; a ese al que invocan para celebrar una “fiesta” en la que para divertirse volverán a insultar a los que pensamos distinto como lo hicieron en el año 2006 y en el año 2005. Y mientras tanto, el maligno les dará ese “minuto de gloria” en la tierra y les ayudará a minar todas las instituciones que le molestan, empezando por la familia. ¡Lástima que a cambio les pida toda la eternidad para cobrarse el favor y no se estén dando cuenta!
Pero no es mi intención hablar de números, que a estas alturas ya son la muestra palpable de cuanto nos engañaron, sino de lo que ha sucedido en el pregón de las citadas “fiestas”. En él, un grupo de actores -que esta vez no estaban actuando- jugando a ser progres trasnochados, llegaron a decir cosas tales como que el 'Europride' se celebra en un país “donde el calor no es siempre el de la climatología sino el de nuestras pasiones demoníacas”, que se invitaba a los forasteros “a gastar el tiempo de estos días haciendo todo lo posible para ganarse la condenación eterna”, que quien participara en los actos programados tendría “un pie más cerca del infierno deseado”, o que “el 'eurorgullo' sea el comienzo de una explosión de libertad que recorra Europa de confín a confín y conquiste para siempre los derechos del infierno en todos los países que la componen”. Sobran los comentarios.
Por fin se quitan la máscara y muestran sus verdaderas intenciones. Con tal de disfrutar de fama y dinero y de tener cualquier tipo de placer son capaces de vender su alma al diablo; a ese al que invocan para celebrar una “fiesta” en la que para divertirse volverán a insultar a los que pensamos distinto como lo hicieron en el año 2006 y en el año 2005. Y mientras tanto, el maligno les dará ese “minuto de gloria” en la tierra y les ayudará a minar todas las instituciones que le molestan, empezando por la familia. ¡Lástima que a cambio les pida toda la eternidad para cobrarse el favor y no se estén dando cuenta!
Etiquetas: homosexualidad, intolerancia, manipulación, mentiras, respeto